Aparece en la Edad Media. Los niños de esta época leían
textos sagrados, o en el caso de la nobleza “ejemplarios y castigos” escritos
para los niños. Son colecciones de parábolas y apólogos (fabulas con personas
como protagonistas) orientas o moralizar escarmentando en cabeza ajena.
A finales del S. XVII principios del S. XVIII aparece la
primera librería infantil, que vende abecedarios, ejemplarios, etc., es decir,
literatura moralizante. El hito no es el cambio de idea sobre lo que deben ser
los libros para niños sino que debe haber un tipo de libro enfocado a los
niños. En este momento histórico se baja la edad de escolarización a los 7/8
años.
A partir del S. XVIII en muchos países la literatura
moralizante deja espacio a la literatura didáctica, cuentos para enseñar.
Empiezan a aparecer más colegios, para gente sin recursos, normalmente
religiosos.
Principios del S. XX, después de la revolución industrial,
se abaratan los costes de producción, en este caso de los libros. La mayoría de
la gente tiene la posibilidad de acceder a la escolarización. En España una
editorial marco un hito en la evolución de la literatura infantil, creada por
Saturnino Calleja, ya que tiene un conjunto de libros dedicado únicamente a la
literatura infantil. Publicó muchos cuentos, algunos eran folclóricos (no
pagaban derechos de autor) o textos
creados especialmente creados para educar en valores a los niños, es decir
textos moralizantes. Los protagonistas de estos libros son niños estereotipo,
el niño que es bueno siempre triunfa. Son textos paraliterarios.
En los años 40 y 50 se utiliza el mismo formato de libro
en casi todas las editoriales, siempre utilizan textos moralizantes o
folclóricos. La primera niña real de la literatura infantil es Celia de Elena
Fortún, piensa, actúa, etc como una niña. Es una excepción de la literatura
infantil de esta época, ya que era literatura para niños sin los niños. En esta
época se ponen de moda los seriales. Había un serial enfocado especialmente
para niñas, Antoñita la Fantástica, la
Tomasica, y otra para niños, Matilde,
Perico y Periquín. Los libros de Mari Pepa son la primera colección
completamente ilustrada.
Estos libros ya reflejan niños más reales aunque siguen
teniendo un sesgo moralizante. Este tipo de literatura se mantiene hasta los
años 80, se sigue marcando como deben comportarse los niños. “Oliver Button, es
una nena” este es el primer personaje en el que se muestran niños diferentes.
En los años 80 aparece la literatura infantil, creada para
el disfrute del niño, centrado en sus intereses. Hay un boom en los 90
(editoriales, libros), aparecen los álbumes de imágenes (libros ilustrados)
enfocados especialmente a niños pre-lectores.
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